La excelencia no es un acto, es un hábito

Todos tomamos decisiones que nos llevan a una acción, para bien o para mal, estas acciones las realizamos de manera constante, día a día, como si fuera de forma automática, porque nuestra necesidad nos obliga a hacerlo, muchas veces no logramos distinguir entre una acción por vicio o por hábito.

Nuestros vicios nos hacen adictos, tendemos a repetir actividades que nos perjudican, como los videojuegos, pasar demasiado tiempo en redes sociales, ver el televisor, el ocio, los chismes, etc. Incluso podemos tener vicios en el consumo de drogas, alcohol y alimentos insanos, entre otros. Claro que se tienen estas costumbres, porque es más fácil repetir estas acciones y se tiene una satisfacción instantánea y pasajera.

En cambio, los buenos hábitos, nos hacer actuar de forma positiva y benéfica para alcanzar la excelencia, como los buenos hábitos alimenticios, la lectura diaria, dormir bien, ejercitarse, tener capacitación constante, relacionarnos con personas con esta misma ideología, mantener nuestra mente activa y creativa, todas estas actividades nos acercan a la excelencia y por consecuencia, nos alejan de los vicios. Sin embargo, realizar todas estas acciones no es fácil, si fuera fácil, cualquiera lo haría, pero estas acciones te dejan una satisfacción prolongada y permanente.

Gracias a programas como La Llave Maestra, podemos tener la oportunidad de cambiar y transformar nuestros vicios e hábitos, construyendo la excelencia a través de las herramientas que nos comparten y las actividades que nos cambian la vida.

Yo estoy encantada de tener la oportunidad, no voy a desaprovecharlo, por que yo siempre cumplo mis promesas.